Cuando el Bonus Track es más que un tema más

Muchos expertos en consumos culturales coinciden en que la música es un bien cultural que – a diferencia de otros – no presenta límites al consumidor. Dicho de otro modo, no es usual que alguien diga: me agoté de escuchar música.  Quizás  no le guste o se canse de oír determinado estilo musical, pero para la música en general parece que siempre hay resto.

Todos los fans quieren el bis, quieren que su artista o banda salga a cantar una y otra vez, quieren que no se vaya nunca del escenario. Todos los fans quieren la edición especial del disco de su cantante favorito, con el Bonus Track que trae un tema más y que  convierte ese ejemplar, en único.

Pero qué pasa cuando el Bonus Track es más que un tema más. Qué pasa cuando el  Bonus Track es un tema que suena en la vida y atenta  – por una fatalidad  – con aquella lógica del consumo;  mostrándonos la contratapa del disco como la contracara  de las cosas.  Patricio Abadi viene a interpelarnos en esa línea  en Bonus Track  – su segunda biografía ficcionada, luego de la de Frida Kahlo que representó Jimena Anganuzzi – y esta vez,  no sólo la escribe y dirige, sino que también la actúa en forma unipersonal.

Bonus Track está basada e  inspirada en la vida, el accidente y la vida después del accidente de Herbert Vianna, cantante de Os Paralamas do Sucesso.

El 4 de febrero de 2001 Vianna perdió el control de un avión ultraliviano que piloteaba y cayó en picada al mar. Lo acompañaba su esposa (LucyNeedham), que falleció en el accidente. Vianna quedó en estado de coma – por más de un mes  –   hasta que una tarde despertó.

Al tiempo regresó a los escenarios a cantar – con su  legendario grupo  –  a pesar de las secuelas que le dejó el accidente. De las visibles y leíbles, muchos pueden saber a través de las diferentes fuentes de información. De las otras, Abadi ficciona un texto potente y reflexivo que  – como en Frida – lo acerca a  una persona y a la construcción de un personaje, que ha sufrido un accidente.

Patricio dice de Vianna, que su épica no sólo lo emociona, sino que lo ha dirigido a preguntarse: ¿Cómo se hace para seguir con tantas pérdidas a cuestas?, ¿Será el arte, los hijos, el amor?

Entendiendo el texto de la obra como aproximación a dar y darse respuesta,  el mensaje rompe de inicio con el efecto de milagro y superación, que la sobrevivencia (de Vianna) podría tener. Pero Abadi complejiza esa apariencia y entra en tono acertado a reflexionar  sobre cómo  aprender a vivir con lo sucedido que – en tanto traumático – no deja de insistir negativamente en el psiquismo. Y a su vez, cómo lo que puede ser visto como un milagro para la sociedad, es un eterno infierno para el sobreviviente que se debate entre haber preferido morir y vivir, o que espera la soledad para llorar como un guardabarros (paralamas) golpeado, ya no por el éxito (sucesso) sino por la tragedia.

Patricio construye el personaje con destreza corporal, mostrando secuelas físicas al mismo tiempo que el reflejo psíquico de esas limitaciones. Su mirada esta inyectada de lágrimas, que de salir, harían suponer que el personaje volvería a naufragar. Y su voz, está ecualizada  para crear atmosferas  de fortaleza que contrastan con otras de fragilidad.

El recorte biográfico parte del momento en que se conocen con su mujer, recrea el accidente (que está efectivamente resuelto desde la actuación, el sonido y un juego particular de luces) y finaliza con  la subida al escenario, para dar su primer recital luego del incidente.

La propuesta de Abadi – en sus propias palabras –  fue  la de proyectar poéticamente sobre la plataforma de lo real, lo imaginado y  sobre todo . esa zona fronteriza entre ambas cosas. Y en esa zona lindante, habría dos momentos en la trama, donde  parecería que la obra va a terminar. Intensión textual acompañada de  naturalidad actoral, que podría ser representación de la indecisión que tiene el personaje de vivir. Algo así como si vivir fuera quedarse en la obra y morir, irse.

Mientras tanto,  la obra pivotea desde  los 30 minutos antes que Vianna salga a dar su primer show, luego de despertar. Aquel juego particular de luces se repite, pero esta vez son las luces del escenario y el personaje de Vianna diciendo: “Gracias por escucharme, entenderme. No me queda otra, salgo.”

Esta nota podrá ser reeditada cuando Patrico Abadi nos amplíe – a modo de Bonus Track – qué lo motivó a volver a ficcionar vidas después de un accidente, cómo compiló el material para el armado del guión,  y si  – de algún modo  – uno nace en cada personaje que crea ya que en la obra dice (siendo Vianna): “Uno muere en cada persona que quiere”.

Los que vayan a ver Bonus Track, saldrán – seguramente  – emocionados y con sus propias preguntas.

 

http://www.alternativateatral.com/obra60650-bonus-track

 

 

 

 

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